Saltar al contenido

¿Tic nerviso? Descubre su causa

junio 3, 2020

Es típico, cuando conversamos entre amigas, recordar cómo eran nuestras mamás y las odiosas diferencias entre hermanos y hermanas. Nosotras a lavar los platos los domingos y a portarnos bien siempre, mientras que nuestros hermanos se la pasaban haciendo travesuras sin recibir apenas regaños.

Pero esto, que podría ser una anécdota, resulta ser una práctica generalizada hasta nuestros días, según señala la psicoterapeuta Fabianna Díaz, quien asegura que las mamis solemos ser más críticas con nuestras hijas mientras que nos mostramos más despreocupadas con los errores de los varoncitos.

¿Por qué ocurre esto? Díaz señala que las mujeres somos más autocríticas con nuestro sexo y creemos que una misma conducta, es reprobable en el caso de las niñas pero hacemos “la vista gorda” con los niños Publicidad

“Como madre de dos niños y una niña, sé que, por mucho que intentemos, puede ser muy difícil tratar a todos tus hijos de la misma manera, fuimos criadas así y tendemos a repetir estos patrones pero las madres deben ayudar a romper con estos ciclos de género y eliminen las diferencias en la forma en que los sexos se comportan y piensan de sí mismos”, dijo.

La especialista refirió que en Europa se ha realizado un gran estudio al respecto que encontró que las madres tenían el doble de probabilidades de ser críticas con sus hijas que con sus hijos (21% en comparación con 11,5%).

Más de una de cada cinco de las madres (22%) que participaron en el estudio de opinión estuvo de acuerdo con la afirmación que señala que las madres dejan que sus hijos varones se salgan con la suya más veces, mientras ellas se hacen de la vista gorda ante el comportamiento por el cual posteriormente regañarían a sus hijas.

¿Y en el Perú? Según Díaz si esta misma encuesta se aplicara en Perú encontraríamos que son muchas más las diferencias que en Europa pues somos una sociedad machista.

Consejos:
– Establece en casa las mismas reglas para todos en lo referente a permisos, obligaciones y prohibiciones.
– Si tus hijas se quejan de que reciben un trato diferente al de sus hermanos, evalúa si hay algo de cierto y corrígelo.
– Es verdad que las mujercitas corren mayores peligros que los hombres ante amenazas fuera de casa, de ser este el caso, explica las cosas con claridad y hazles saber las razones por las que debes protegerlas.