Saltar al contenido

Ya no más visitas nocturnas

junio 2, 2020

Cuando una es mamá por primera vez y nuestro bebito está creciendo nos damos cuenta de algo: la relación entre nuestro hijo y tu cama es muy fuerte. Esta suele ser una conducta natural cuando nuestros chiquitines tienen miedo o pesadillas.

De repente les gusta estar con nosotros y es difícil enseñarles a conciliar el sueño en su propia cama, por ello,  aquí te damos algunos consejos para saber cómo hacerlo:

– Es bueno hacerles  dormir en su propia cama, ya que si se despierta en la noche y se encuentra  solo en su cuarto, volverá a la tuya. Publicidad

– Es recomendable evitar  que nuestro cuarto sea lugar para que vean televisión o jueguen, ya que esto haría que se apropien del espacio.

– También es una buena opción que  seamos  firmes en  este aspecto, ya que si uno cede un poco será un cuento de nunca acabar.

-Podemos hacer que su cuarto sea entretenido con una bonita decoración y juguetes, de modo que quiera pasar más tiempo ahí, pero que no tanto como para distraerse y no dormir; recuerda que el truco está en los límites.

– Cuando quiera meterse en nuestra  cama en medio de la noche, vayamos con él a su habitación y expliquémosle que cada uno debe tener su cama para descansar bien.

– Si nuestro hijo tiene miedo a la oscuridad, una buena idea es poner un “espanta-cucos” para que pueda dormir más tranquilo. También realicen juntos, antes de acostarse, una “cacería de monstruos”, revisando debajo de la cama, el clóset, etc., para que vea que no hay nada escondido ahí.

– Es recomendable felicitarlo cuando pase una noche completa en su cama  y haciéndole saber que nos sentimos orgullosos por su logro.

La psicóloga norteamericana Jodi Mindell, experta en temas de sueño y autora del libro Dormir toda la noche, te aconseja también:

El baño relajante. Establecer el baño como un momento clave en el día ayuda a marcar la pauta de que la hora de dormir está cerca.

Crear un ritual todas las noches y reforzarlo. Puede ser un determinado juego, una charla, un cuento o el simple lavado de dientes. Si tu hijo percibe que es hora de dormir, irá relajándose para la llegada de ese momento. Los niños valoran las pautas avisadas.