Saltar al contenido

Todo lo que debe saber de la difteria

septiembre 16, 2023

La enfermedad regresó después de 20 años, pero expertos piden tranquilidad y programar su vacunación con calma a fin de no exponerse a contraer otros males por la aglomeración de gente.

En las últimas semanas, la preocupación de la ciudadanía aumentó notablemente por el rebrote de la difteria. Cientos de personas hacen largas colas en busca de la vacuna contra este mal que resurge en el Perú después de 20 años y ha cobrado la vida de dos personas. Pero, ¿de qué se trata esta enfermedad, cómo se contrae, qué tan peligrosa es y quiénes debemos vacunarnos? Aquí se lo contamos.

Theresa Ochoa, infectóloga pediatra y directora del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, explicó que la difteria es una enfermedad respiratoria causada por una bacteria altamente contagiosa que se transmite de forma similar al COVID-19, a través de las gotitas de saliva que se expulsan cuando una persona tose, estornuda o habla.

“Esta bacteria no está en el ambiente o en los animales. Se transmite de persona a persona. En el Perú no había casos, lo que quiere decir que tiene que haber llegado del extranjero con una persona infectada, ya que la enfermedad no está erradicada del planeta y se sabe que está en países como Colombia, Venezuela y Brasil; es probable que con las migraciones alguna persona asintomática haya sido portadora de la bacteria”, explicó.

La especialista precisó que este microbio se aloja en las vías respiratorias altas de las personas. El problema es que hay algunas cepas que producen una toxina que aumenta la posibilidad de que se formen en la garganta y en las amígdalas unas membranas blanquecinas que pueden crecer mucho y llegar a obstruir la respiración. “En casos graves esto puede ocasionar que la gente muera de asfixia, pero en otros casos la toxina también puede ir al corazón y producir una miocarditis, que es la inflamación del músculo cardiaco, o afectar el sistema nervioso central y causar daño nervioso, o aquejar el riñón, causando una insuficiencia renal”, refirió la experta.

Sin embargo, Ochoa enfatizó que no en todos los casos de difteria se produce la toxina. Por ejemplo, en el caso de los dos fallecimientos que se registraron hace unas semanas en el país, uno sí la tenía y el otro no, pero igual terminó con la vida de las personas. Lo peligroso de esta enfermedad es que tiene una alta tasa de contagio y letalidad, la cual oscila entre el 5% y 10%. Esta cifra es mucho mayor a la del COVID-19, que en su peor etapa llegó al 6% y ahora se encuentra en 3.8%. “En el adulto mayor la situación es peor porque la letalidad de la difteria puede legar al 20%”, alertó la infectóloga.

Síntomas y prevención

Hay que tener en cuenta que la enfermedad se presenta con síntomas similares a un resfrío, los cuales a menudo aparecen dentro de los dos a cinco días posteriores a la aparición de la infección. Sin embargo, la incubación de la bacteria puede demorar hasta 10 días y su excreción del organismo hasta dos semanas, tiempo durante el cual sigue contagiando.

El pediatra de la Clínica Internacional, Rómulo Puga, señaló que el síntoma más visible y común de la difteria es una capa blanquecina o gris gruesa que se aloja en la garganta y en las amígdalas. Pero hay otros síntomas comunes que alertan de la enfermedad como:

  • Dolor de garganta.
  • Fiebre.
  • Sangrado nasal.
  • Glándulas inflamadas en el cuello.
  • Dolor de cabeza.
  • Tos demasiado fuerte.
  • Sensación general de malestar.
  • Dificultad para respirar o pasar alimentos.
  • Dificultad para hablar.
  • Signos de shock, como piel pálida y fría, sudoración y latidos cardíacos rápidos.

Además, el experto sostuvo que si se tiene poca higiene o se vive en un área tropical, el paciente también puede desarrollar difteria cutánea o de la piel, la cual suele causar úlceras y enrojecimiento en la zona afectada. Las personas que tocan estas lesiones o sus secreciones y luego se llevan la mano a los ojos, la nariz o la boca, pueden contraer la enfermedad. Asimismo, puede producirse un contagio por el contacto con objetos que tienen la bacteria, como una taza o un pañuelo de

Pero hay que tener cuidado, pues se han reportado casos de personas infectadas que son asintomáticas, es decir, que no muestran ningún signo o síntoma de la enfermedad. Sin embargo, pueden transmitir la infección bacteriana hasta seis semanas después del contagio inicial. La buena noticia es que hay vacuna contra la difteria y el calendario de inmunización en el Perú incluye varias dosis en los primeros años de vida, lo que hace que la frecuencia de la afección sea muy rara.

Puede vacunarse contra la difteria gratuitamente en cualquier centro de salud del país.

¿Quiénes deben vacunarse?

Debido a que el contagio puede llegar a ser bastante común en las zonas donde las tasas de inmunización son bajas, las autoridades de salud recomiendan a la población vacunarse en los primeros años de vida y luego reforzar periódicamente la inmunización, pues esta va perdiendo su efecto con el pasar de los años.

Los niños menores de 5 años y las personas mayores de 60 años, debido a sus bajas defensas, son quienes están particularmente en riesgo de contraer la enfermedad. Puga señaló que además, el riesgo crece en los siguientes grupos de personas:

  • Los que no están al día con sus vacunas; ya sean niños o adultos.
  • Los que visitan un país que no proporciona inmunizaciones.
  • Los que tienen un trastorno del sistema inmunológico, como el VIH.
  • Los que viven en condiciones insalubres o hacinadas.
  • Los que son parte del personal médico que atiende esta enfermedad.

Recuerde que debe vacunarse solo si se encuentra completamente sano, de no ser así, es mejor que espere a sentirse mejor para recibir la vacuna.

En nuestro país, los bebés reciben la vacuna de la difteria junto con la vacuna Pentavalente o Hexavalente, en una serie de cinco inyecciones que se da en las siguientes edades: 2 meses, 4 meses, 6 meses, 15 a 18 meses y entre 4 a 6 años.

Como el efecto de estas vacunas solo dura un promedio de 10 años, su hijo deberá volver a vacunarse alrededor de los 12 años. En tanto, se recomienda que los adultos reciban un refuerzo con una vacuna combinada contra la difteria, el tétanos y la tos ferina por una vez, para luego, cada 10 años, aplicarse una vacuna combinada contra el tétanos y la difteria. Lo mismo se sugiere para los adultos mayores.

En el caso de las gestantes, el plan de inmunización prevé que reciban una dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina que no solo la protegerá a ella, sino que también producirá anticuerpos que serán transmitidos a los recién nacidos a través de la placenta, de manera que llegarán al mundo protegidos.

Ochoa señaló que los niños de cinco a seis años que no tengan todas sus dosis de la vacuna contra la difteria pueden completar su esquema ahora, al igual que los adolescentes. Y si no tiene su cartilla de vacunación y no recuerda si se puso o no el refuerzo, también puede vacunarse, ya que el producto es seguro y no le causará ningún daño.

Para recibir la dosis deberá portar su Documento Nacional de Identidad (DNI). En el caso de los menores de 5 años también debe llevar el carnet de vacunación.

“En situación de emergencia o cuando aparece un brote, como el presentado recientemente, lo mejor es adelantar los refuerzos, sobre todo si está en una zona de riesgo. Sin embargo, se puede hacer con calma, no deben preocuparse tanto ya que las vacunas que les pusimos a nuestros hijos de chicos les brindan cierta protección, pero se necesita el refuerzo”, manifestó.

Agregó que la vacuna de la difteria tiene una eficacia de casi el 95%, pues no se administra la bacteria completa sino solo una proteína de ella que permite que el cuerpo produzca los anticuerpos necesarios para combatirla.

El tratamiento temprano

Para diagnosticar la difteria es necesario que un médico realice un examen físico a fin de verificar si hay ganglios linfáticos inflamados que presentan las particularidades de la enfermedad. En caso se sospeche de la presencia de la bacteria, se tomará una muestra del tejido afectado y se enviará a un laboratorio para su análisis.

Si se confirma el diagnóstico y la presencia de la toxina, el paciente deberá recibir de manera inmediata y rápida una inyección que ayudará a combatir la toxicidad. De igual manera, recibirá antibióticos, como penicilina y eritromicina, para ayudar a eliminar la infección y que se corte la cadena de contagio.

“La difteria dependiendo de la gravedad del compromiso puede dejar algunas secuelas, pero si se trata tempranamente se controla la infección y se supera. Por eso lo mejor es prevenir el contagio con la vacuna, pero hay que hacerlo con calma. No es necesario ir corriendo en medio de las aglomeraciones porque eso nos puede poner en riesgo. Pero si le falta alguna vacuna o el refuerzo, es mejor que programe y se ponga al día”, remarcó la especialista.

Datos:

  • Revise aquí https://www.minsa.gob.pe/programacioncitaslima.pdf la lista de centros de vacunación.
  • Si tiene alergia a algún ingrediente de la vacuna, ha tenido alguna reacción grave a las vacunas en el pasado o sufre de otros trastornos del sistema nervioso, es mejor que consulte con su médico antes de vacunarse.